Description
Ella deambula por las orillas del río Estigia, aguardando a que la marea apague la ira que arde en su interior. Durante el desarrollo de este amplificador, la capitana Magas no dejaba de repetir «No está lo suficientemente caliente, no es lo suficientemente intenso», exigiendo que el fabricante aumentara la temperatura hasta casi alcanzar el punto crítico de fusión del material. El artesano tuvo que trabajar soportando las quejas de Magas, las disculpas de Orfia y el vapor sofocante. Finalmente, con un agudo zumbido de sobrecarga, el amplificador especial, forjado a temperaturas infernales y templado mil veces, había sido terminado, y al enfriarlo emitió un estruendo digno de su dueña.
«Capitana, ¿por qué siempre estás tan enfadada?»
«Soy un arma, Orfia. Por mis entrañas solo fluyen metal y pólvora».
—Fue aquella vez que Orfia vio por primera vez una expresión de melancolía en el rostro de esa arma a la que llama capitana.
«Capitana, ¿por qué siempre estás tan enfadada?»
«Soy un arma, Orfia. Por mis entrañas solo fluyen metal y pólvora».
—Fue aquella vez que Orfia vio por primera vez una expresión de melancolía en el rostro de esa arma a la que llama capitana.